Después de cuatro décadas, las ballenas están regresando a los polos después de estar casi extintas por el cambio climático y la caza.

El hábitat natural de las ballenas azules es el Océano Austral; sin embargo, los animales marinos fueron amenazados por la caza industrial, el calentamiento global, así como la contaminación auditiva y del mar.

Después de casi 40 años de que la caza fue prohibida, las ballenas azules reaparecieron cerca de Georgia del Sur.

The polar whale pic.twitter.com/66EKi1BQ4c
En un estudio reciente, científicos reportaron 41 nuevos ejemplares de ballenas en el océano, lo cual es el número más alto en los últimos 9 años.
Los científicos creen que es probable que las nuevas generaciones de ballenas redescubrieran el alimento y regresaran a Georgia del Sur.
— Liu Xinqing (@LXinqing) January 9, 2021
Según los investigadores, el agua que rodea la isla es rica en krill, un tipo de plancton con el que se alimentan las ballenas.
El avistamiento de ballenas entusiasma a los científicos porque indica una recuperación poblacional parecida a las comunidades de ballenas jorobadas en la Península Antártica.


Lo mismo sucede con las ballenas de Groenlandia y las ballenas de aleta y minke que han aparecido en Alaska en los últimos años.
No obstante, las ballenas siguen siendo amenazadas por las comunidades indígenas que las capturan para alimentarse, pero no representan un peligro tan grande como la caza industrial.
En el caso de las ballenas azules, los científicos creen que hay suministro de alimento suficiente para que las ballenas se reproduzcan y aumenten la población en la zona.
Aunque hay alimento suficiente para las nuevas ballenas, el calentamiento global es otra amenaza para los animales, pues la temperatura del agua les genera estrés.


Además, la contaminación auditiva es otro factor importante para ahuyentar a las ballenas, ya que los ruidos de barcos y zonas industriales cercanas a la isla las afectan.
La contaminación auditiva es mortal para las ballenas, a pesar de que la cacería esté prohibida. Los científicos creen que regular la navegación de barcos en el ártico sería una medida efectiva para su recuperación.
Las ballenas dependen del sonido para comunicarse y navegar en agua profunda. Por lo tanto, el ruido de las embarcaciones afecta su navegación y búsqueda de alimento.
Mientras tanto, la reaparición de ballenas azules en Georgia del Sur es una buena noticia para la población marina y su posible recuperación en el futuro.

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